Critica la razón pura

La revolución copernicana del pensamiento
Con su Crítica de la razón pura, Immanuel Kant desató una verdadera revolución. El libro dio origen a la filosofía trascendental y provocó un impacto en sus contemporáneos. El filósofo de Königsberg analiza las bases de nuestra capacidad de pensar y llega a la conclusión de que es limitada. A diferencia de muchos filósofos anteriores a él, con su tratado explica que la razón humana no puede responder preguntas como la de la existencia de Dios o del alma o el origen del mundo. Kant presupone el constructivismo moderno cuando afirma que el ser humano solo dispone de posibilidades limitadas (como si fueran unas gafas) para percibir la realidad. Kant quería reconciliar el empirismo con el racionalismo a través de su filosofía, pero sus asombrados lectores y sus numerosos oyentes en la universidad se quedaron con la deprimente conclusión de que nunca podrían conocer el mundo "verdadero". Un lector sin formación filosófica difícilmente tiene la posibilidad de entender a Kant. Y, sin embargo, el intento vale la pena: sin Kant es imposible concebir a filósofos como Hegel, Fichte y Nietzsche o la literatura y las teorías estéticas de los clásicos alemanes.
Ideas fundamentales
- La crítica de la razón pura es la obra principal de Immanuel Kant. Trabajó en ella alrededor de diez años, hasta que finalmente la publicó en 1781.
- Al principio, el libro no generó impacto, por lo que en 1787 Kant editó una versión compacta y otra ampliada.
- La obra trata de establecer las bases para la capacidad humana de adquirir conocimiento: ¿Qué podemos y qué no podemos saber? Para poder aprender algo del mundo, necesitamos tanto de los sentidos como de la razón.
- Hay dos cosas que son independientes de nuestra experiencia y, al menos, necesarias: el espacio y el tiempo. El pensamiento humano debe presuponer el tiempo y el espacio para poder reconocer algo.
- El hombre dispone de algunas formas básicas del juicio: las categorías. Con ellas estructuramos nuestras percepciones y nuestros conocimientos.
- El concepto revolucionario de Kant: el modo en que vemos el mundo depende de nuestras percepciones y de nuestro entendimiento. Sin embargo, nunca podremos saber si las cosas en sí mismas son como las percibimos.
- Debido a este cambio en el pensamiento filosófico de la época, Kant suele ser definido como el Copérnico de la filosofía.
- La existencia (o la inexistencia) de las cosas que se encuentran fuera del mundo de los sentidos (por ejemplo, el alma o Dios) no puede ser comprobada por la razón.
- A pesar de ello, podemos y debemos pensar estas ideas reguladoras, y debemos hacerlo con la ayuda de la razón.
- La filosofía kantiana fue revolucionaria y marcó una época: a partir de Kant, se desarrolló el idealismo alemán (Fichte, Hegel, Schelling).
La revolución copernicana
Cuando se trata de conocimiento, nos encontramos frente a un problema básico: los investigadores y el objeto de estudio se encuentran en una determinada relación, pero ¿cuál es esa relación? Antes se creía que la comprensión humana se regía por los objetos que estudia. En otras palabras, la comprensión absorbe todo lo que se puede descubrir. Necesariamente, el hombre debe darse por vencido cuando se topa con fenómenos que no puede procesar a través de la comprensión.
Una teoría del conocimiento de este tipo lleva entonces a la equivocación, del mismo modo en que las personas en tiempos de Copérnico se equivocaron al pensar que las estrellas giraban alrededor del Sol. Se trataba de una afirmación basada en la observación, pero que se contradecía con los cálculos del astrónomo Copérnico, quien cambió completamente el modo de ver las cosas: el Sol no gira alrededor de la Tierra; la Tierra gira alrededor del Sol. Este giro copernicano, esta revolución del pensamiento, también se produjo en la metafísica: no es la comprensión lo que gira alrededor de las cosas, sino que las cosas giran alrededor de nuestra comprensión. La comprensión es la medida de todo el conocimiento. Por lo tanto, solo comprendemos las cosas que nuestra comprensión puede entender, y solo podemos captarlas del modo en que podemos entenderlas. Esto significa que podemos explicarnos lo inexplicable del mundo por medio de construcciones auxiliares. Si miramos a través de unos binoculares, podemos describir un planeta determinado como objeto en el universo, un planeta rojo o Marte, dependiendo de nuestra educación y conocimiento previo, es decir, dependiendo de nuestra experiencia. El objeto en sí mismo no se modifica por el nombre o los conceptos que usamos para referirnos a él, pero, gracias a ello, podemos llegar a conocerlo.
Concepto (2012) critica de la razón pura Recuperado de:
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