Filosofía Escolástica

15.09.2024

La filosofía escolástica es una corriente filosófica y teológica medieval que se centró en integrar la razón con la fe religiosa. Sus inicios se remontan al siglo IX y fue la doctrina de pensamiento predominante en la cultura occidental hasta el siglo XVI.

La palabra escolastica viene de la palabra proviene del griego scholastikos (σχολαστικός), que alude al tiempo libre, de ocio, aparte de las actividades cotidianas, que era dedicado al aprendizaje. Según Platón y Aristóteles, esto era un requisito para dedicarse a la actividad filosófica, que demandaba tiempo para la contemplación y la reflexión.


Influencia

la escolástica recibió la influencia del aristotelismo como modelo filosófico más destacado de la época. Esto se debió, en gran medida, al redescubrimiento de las obras de Aristóteles por parte de la escolástica islámica de Avicena y Averroes, quienes tradujeron y estudiaron la Metafísica de Aristóteles desde el mundo islámico.


Objetivo

la escolástica trató los problemas más fundamentales de la teología como la relación entre fe y razón, la prueba de la existencia de Dios, la teodiceacomo justificación de la bondad de Dios y superación del problema del mal, la ontología de los seres terrenos y divinos, entre otros temas fundamentales de la teología y la filosofía de la religión.


Principios de la escolástica

Los principios fundamentales de la filosofía escolástica eran el ordenamiento y conciliación de las grandes preguntas trascendentales heredadas de la antigüedad grecorromana, vigentes en los tiempos del Imperio Romano, en búsqueda de una conciliación con los preceptos de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.

Esto, en principio, significaba tomar los métodos aristotélicos y aplicarlos al nuevo imaginario religioso que el cristianismo impuso en Occidente.

La escolástica cultivó, por ejemplo, el silogismo aristotélico, entre otras ideas provenientes de textos heredados. Por otro lado, el empirismo y la exploración directa de la realidad no fueron vertientes favorecidas en su filosofía.

Filosofía Árabe


Etapas

La evolución de la escolástica se compone de tres etapas, reconocibles a partir de la manera de entender la dialéctica entre razón y fe, entre los siglos XI y XV, en el período centralista del poder papal, época de las cruzadas y el resurgimiento de las ciudades.


Pre escolástica


La escolástica inicial o temprana se desarrolló entre los siglos IX y XII. Este período fue escenario del renacimiento carolingio y del florecimiento del pensamiento de Agustín de Hipona según el cual la Fe era superior a la Razón y esta no tenía apenas función independiente de aquella, sino que debía limitarse a servir de auxilio en la comprensión de las verdades reveladas, esto es, en la comprensión de la Fe.


La disputa de los universales

La cuestión de los universales fue el problema filosófico más debatido por la escolástica temprana, y en él puede observarse cómo la postura del agustinismo platonizante, que había dominado todo el pensamiento occidental desde la caída del Imperio Romano, fue perdiendo terreno ante doctrinas menos fidelistas y más basadas en la razón natural, que serían el antecedente directo de las corrientes dominantes en los dos siguientes periodos de la escolástica, la escolástica clásica y la escolástica crítica. El problema de los universales se refiere a la entidad ontológica de los géneros y especies (es decir, de los conceptos universales), y se cuestiona si estos existen por sí mismos o sólo en la mente, si se encuentran separados de los objetos sensibles o no. No se trata, por tanto, sino del viejo problema que ya se planteó a partir de las Ideas platónicas. Las posturas existentes en la escolástica medieval van a ser básicamente las mismas que ya se dieron en la filosofía griega. La primera de esas soluciones, denominada "ultra realismo" o "realismo extremo", fue defendida por los autores más agustinistas, como S. Anselmo. Esta postura afirma que los universales existen extramental mente, y que además son anteriores a los objetos particulares, y siguen existiendo aunque estos desaparezcan. Como puede verse, se trata de la postura que defendió Platón en la antigüedad.



     Representantes


Anselmo de Canterbury


San Anselmo fue un monje benedictino que ejerció como arzobispo de Canterbury durante el periodo 1093-1109. Destacó como teólogo y filósofo escolástico. 


Nació: 1033 · Aosta

Murió: 21 de abril de 1109 · Canterbury

ocupo un lugar importante en la historia del pensamiento cristiano, equiparable a figuras como San Agustín y Santo Tomás de Aquino,  se centró en demostrar la existencia racional de Dios basándose en los conocimientos grecolatinos y la filosofía cristiana.

 El argumento es de clara inspiración platónica, ya que parte no de la experiencia sino de la definición de conceptos, y plantea lo siguiente: incluso quienes niegan la existencia de Dios tienen el concepto de Dios en la mente (de lo contrario, no podrían negar su existencia). Por tanto, el concepto "Dios" existe en el entendimiento y dicho concepto es según S. Anselmo, "aquel ser mayor que el cual no puede pensarse ninguna otra cosa" ese concepto, además de en el entendimiento, existe en la realidad. Según S. Anselmo la prueba de que existe también en la realidad se encuentra en la misma definición del concepto, ya que si "el ser mayor que el cual nada puede pensarse" no existiera en la realidad, podría pensarse un ser mayor que él, a saber, un ser que además existiese en la realidad. Pero esto es una contradicción, ya que no puede haber un ser mayor que "el ser mayor que el cual nada puede pensarse". Por tanto, dicho ser tiene que existir en la realidad.  

Entre sus obras más destacadas, encontramos el "Monólogo," escrito en 1076, que se basa en una demostración racional de la existencia de Dios. En este tratado, San Anselmo argumenta que el concepto del bien supremo solo puede corresponder a un ser superior y supremo en el universo, que identifica con Dios. Posteriormente, en "Proslogion," escrito entre los años 1077 y 1078, desarrolla la idea platónica de que Dios es el creador tanto de lo conocido como de lo desconocido en el universo, llegando a la conclusión de que nada puede ser más grande o superior a Dios.



El apogeo de la escolástica.


 Durante el siglo XIII tuvo su punto climático la escolástica, con la recuperación de Aristóteles por parte de textos judíos y árabes,  En su mayor parte, eran traducciones de textos árabes, y no de los originales griegos, y venían acompañadas por los comentarios realizados sobre esas obras por filósofos árabes, con lo cual se introdujo en Europa no sólo el pensamiento aristotélico, sino también la interpretación que la filosofía islámica había hecho sobre de él. Algunos de los conceptos clave de la escolástica, como la distinción entre esencia y existencia, que además ya no desaparecerá de la filosofía occidental, proceden de la filosofía árabe. La llegada de las obras de Aristóteles provocó un gran revuelo en el pensamiento de la época. Siempre se ha dicho que la causa de tal impacto fue que la filosofía cristiana se enfrentaba por primera vez a un sistema filosófico completo totalmente ajeno a su tradición, 

Representantes

 Tomas de Aquino

Tomas de Aquino fue un presbítero, fraile, teólogo, filósofo y jurista católico perteneciente a la Orden de Predicadores, es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica2​ y una de las mayores figuras de la teología sistemática. 

Nació: 1225 Roccasecca, Reino de Sicilia 

Murió; 7 de marzo de 1274  Abadía de Fossanova, Estados Pontificios 

Tomás de Aquino se convirtió en el máximo representante de la teología de su época, y con el paso del tiempo, de toda la escolástica. Elaboró la influyente doctrina filosófica del «tomismo» que tomaba las ideas platónicas que había adoptado el cristianismo anteriormente y las fundió con las tesis de Aristóteles, dando lugar a un pensamiento que marcaría el futuro de la historia. Su labor habría de ser el primer paso para la independencia de la razón, paso decisivo que terminaría por enterrar la filosofía medieval antes de anunciar la moderna.


Santo Tomás es presentado a menudo como el autor que construyó un sistema que sintetizaba aristotelismo y cristianismo, del mismo modo que S. Agustín formuló una teología que sintetizaba cristianismo y platonismo. 

Marcó claramente los límites de la filosofía y la teología, demostrando a la vez la íntima relación que existe entre la fe y la ciencia, lo natural con lo sobrenatural. Consideraba que filosofía y teología eran dos ciencias distintas, dos formas a partir de las cuales saber. Por un lado, la teología se funda en la revelación divina, mientras que la filosofía lo hace en el ejercicio de la razón humana. La teología, por tanto, no la hace el hombre, sino Dios al revelarse. Dios es, entonces, la verdad. La razón, si somos capaces de usarla correctamente, también puede permitirnos acercarnos a la verdad, pero no debería haber ningún conflicto entre ambas, pues las dos buscan y encuentran lo mismo.


Cinco vías para demostrar la existencia de Dios


Santo Tomás explica la existencia de Dios de cinco maneras, que es lo que reunió en sus famosas «cinco vías». La idea fundamental que establece Aquino para demostrar que Dios existe es que Dios, aunque es invisible e infinito, puede ser demostrado a través de sus efectos, los cuales sí son visibles y finitos. Sabemos, por tanto, que Dios es. Lo que no sabemos y no podemos saber es qué es:


Por el movimiento: 

existe el movimiento y todo lo que se mueve es movido a su vez por un motor. Este, a su vez, ha sido movido anteriormente por otro, secuencia que se debería seguir hasta el infinito. Sin embargo, eso no es posible, por lo que tenemos que concluir que existe algo al principio de todo, un primer motor, que es el que ha puesto todo el sistema en marcha. A ese primer motor es a lo que Aquino denomina Dios.


Por la causa eficiente: 

hay una serie de causas eficientes (principio que produce un efecto), pero es necesario que exista para ello una causa primera, pues, de lo contrario, no habría ningún efecto. Esa causa primera es Dios, 


Por lo posible y lo necesario: 

la generación y la corrupción muestran que hay entes que pueden ser o no ser. Puesto que estos entes alguna vez no han sido, tendría que haber habido un tiempo en que no hubiera nada y que nada hubiera llegado a ser. Es imprescindible entonces que exista un ente que sea necesario por sí mismo. A ese ente necesario es al que Aquino llama Dios.


Por los grados de perfección:

 hay diversos grados de todas las perfecciones, que se aproximan más o menos al absoluto. Debe haber por lo tanto un ente que sea sumamente perfecto, y que sea causa de toda perfección de todo ser. Ese ser perfecto es Dios.


Por el gobierno del mundo:

 los entes inteligentes tienden a un fin y a un orden. No lo hacen al azar, sino por la inteligencia que los dirige. Ha de haber, por tanto, un ente inteligente que ordena la naturaleza y la impulsa a su fin. Quien dirige inteligentemente la naturaleza es Dios.


Metafísica

Aquino adopta los conceptos fundamentales de la metafísica de Aristóteles, pero con las modificaciones que ya le hiciera Avicena (lo cual implica mezclarlo con conceptos platónicos) y no en la versión averroísta, que es más puramente aristotélica. La modificación más importante es la de considerar que existe una distinción entre "esencia" y "existencia". La "esencia" comprende todos aquellos rasgos que hacen que un individuo pertenezca a un género o especie, lo que le hace ser lo que es. Pero todos los seres del mundo son contingentes, podrían no haber existido, por lo tanto la esencia es algo distinto de la existencia. Sto. Tomás explica la relación entre ambas como potencia y acto: la esencia es potencia (puede existir) y la existencia es el acto de la esencia (existe). Ahora bien, siguiendo a Aristóteles, Aquino afirma que algo en potencia no puede pasar a acto si no es a través de una causa que ya esté en acto. Por tanto, la existencia es ontológicamente anterior a la esencia, y la existencia en sí misma no es sino acto puro, es decir, Dios. Como ya hemos visto, esto supone que en Dios coinciden esencia y existencia, y por tanto que Dios es un ser necesario, frente a las criaturas, que son contingentes y en las cuales se puede diferenciar esencia y existencia. 


El Alma

Sto. Tomás concibe al ser humano al modo aristotélico, como una substancia hile mórfica, esto es, compuesta de materia y forma, siendo la forma del hombre su alma, que es el principio vital y del conocimiento. Aquino rechaza la visión platónica del alma que considera que la intelección es una actividad exclusiva del alma, sin participación del cuerpo, y afirma que es el ser humano completo, como substancia hile mórfica, el que vive, entiende y razona. El hombre conoce desde el cuerpo, desde los sentidos, y el cuerpo no es una cárcel para el alma sino una parte de la esencia humana. De todos modos, 

Aquino reconoce en el alma humana las mismas tres funciones de las que hablaba Aristóteles, pero a diferencia de este deja muy claro que no se trata de tres almas separables, sino de una sola forma substancial que informa directamente la materia. Lo que tenemos es una única alma racional, con tres facultades o potencias. Dos de ellas, la vegetativa y la sensitiva, no pueden ser cumplidas sin el cuerpo. Sin embargo, la tercera facultad, la intelección, puede realizarse sin necesidad del cuerpo, ya que lo que se intelige no son cuerpos materiales sino conceptos inmateriales. De este modo, Aquino está postulando a la vez la unidad de las tres almas y la separabilidad del alma, ya que hay al menos una función que esta puede cumplir sin el cuerpo.


Ética

Aquino parte de la definición aristotélica de la ética como la búsqueda de la felicidad y de la concepción teleológica que va aparejada a ella: toda acción tiende a un fin, siendo el bien el fin hacia el que se tiende y el mal aquello que se quiere evitar. El hombre, como el resto de los seres, tiene tendencias hacia unos determinados fines, de tal manera que las normas de su actuación se basan en la naturaleza humana, por lo cual, como veremos más adelante, esas normas pueden ser conocidas racionalmente por el hombre. El fin último hacia el que se orientan las acciones humanas es la felicidad, pero Aquino no identifica esta con el conocimiento, sino con la contemplación beatífica de Dios. El hombre no tiene tan sólo fines naturales, sino que, en tanto que posee un alma inmortal, tiene un fin sobrenatural que se encuentra por encima del resto de fines, y que es la contemplación de Dios. 


Obras


La suma Teológica


Es una gran exposición sistemática de su pensamiento y el libro más importante de la escolástica. Buena parte de la producción posterior de esta ha consistido en comentarios a las obras de santo Tomás.

La Suma teológica consta de tres partes. La primera parte, trata de Dios: de la esencia divina, de las pruebas de la existencia de Dios, de la Santísima Trinidad. En la segunda parte, Santo Tomás trata del movimiento hacia Dios de las criaturas dotadas de razón, es decir, de la ética y de la moral. La tercera parte, en fin, que quedó inconclusa por la muerte de su autor, está dedicada a Cristo como salvador de la humanidad.


Decadencia de la escolástica


En el siglo XV, se da la separación entre razón y fe, cuando se empieza a cuestionar la inteligibilidad del mundo y de Dios.

el XIV se caracterizará por producir no un pensamiento sistemático, sino fundamentalmente crítico. Es decir, más destructor que constructor. Los sistemas anteriores no desaparecieron, sino que continuaron enseñándose en las universidades, pero se diferenciaron netamente de la nueva corriente propia del XIV. Así, a todas las escuelas que partían de los sistemas del siglo anterior se les denominó "vía antigua" en su conjunto, refiriéndose este término sobre todo a la utilización por parte de estas escuelas de una lógica basada en el silogismo aristotélico, mientras que los seguidores de la "vía moderna" empleaban la lógica terminista, de la que hablaremos más adelante, y que a pesar de estar también basada en Aristóteles se ocupaba de las cuestiones semánticas de significado en mucha mayor medida que la "vía antigua" 

Representante


Guillermo de Ockan


fue un filósofo, lógico, teólogo y fraile franciscano inglés, conocido principalmente por ser el representante más destacado del nominalismo frente a las escuelas tomistas y escotistas; y por la Navaja de Ockham, un principio metodológico e innovador, y por sus obras significativas en lógica, medicina y teología. 

Nació: 1285 Ockham, Surrey, Inglaterra

Murió: 9 de abril de 1349 · Múnich, Ducado de Baviera, Sacro Imperio Romano

El pensamiento de Guillermo de Ockham supone un giro del pensamiento escolástico: es casi una disolución del mismo. El S.XIV,

con este pensador a la cabeza, rompe la confianza en las grandes síntesis entre la filosofía y el cristianismo (síntesis agustiniana de San Buenaventura y la síntesis aristotélica del tomismo), y da lugar a una radical separación entre la razón y la fe, entre la filosofía,

Ockham niega que la Razón tenga que dejarse guiar por la Fe. Por tanto, Fe y Razón son totalmente independientes y no se necesitan la una a la otra. En cada uno de estos ámbitos adoptará Ockham una postura diferente: en el campo de la Razón, Ockham es nominalista, lo que quiere decir que es radicalmente empirista y que no admitirá más conocimiento que el que tenemos de los entes particulares y el que se deriva directamente de él, contrariamente a Sto. Tomás que, como Aristóteles, creía que el conocimiento comenzaba con la experiencia sensible de los particulares, pero también afirmaba que a partir de este podía lograrse, por abstracción, un conocimiento racional de lo universal. En el terreno de la Fe, Ockham es voluntarista, siguiendo las líneas básicas de la teología tradicional agustiniana.


La filosofía de Ockham se desarrolla aceptando los principios

siguientes:


 Principio de economía. 


Llamado también "navaja de Ockham" consiste en eliminar todo aquello que no fuera evidente en la intuición (experiencia) o absolutamente necesario para la explicación de la realidad. Metodológicamente no debemos multiplicar las entidades para explicar los acontecimientos tal como lo había hecho la escolástica anterior.


 Principio nominalista. 


Todo lo que existe es individual (singular por sí mismo). No existen esencias o naturalezas universales que sean comunes a múltiples individuos. Los conceptos universales son nombres que nos sirven para designar y "hacer las veces" de una pluralidad de individuos que se parecen en algo.


 Principio empirista.


 Para Ockham es prioritario el "conocimiento intuitivo" o de experiencia. El tomismo consideró que el objeto propio del entendimiento humano era la esencia (común y universal) de las cosas sensibles, pero para este pensador si sólo existe lo singular, éste ha de ser el objeto del entendimiento. Lo individual sólo puede ser conocido por la experiencia o conocimiento intuitivo, conocimiento directo e inmediato de lo singular que permite conocer si la cosa existe o no.


 Principio voluntarista. 


El nominalismo conduce a afirmar la absoluta preeminencia de la voluntad sobre el intelecto en Dios y

en el hombre. Se acepta así la absoluta independencia y omnipotencia de Dios de la que se sigue la contingencia absoluta

del orden del mundo: el mundo es así porque así lo ha querido Dios; todo podía haber sido de otra manera lo que implica que el

orden del mundo no puede ser deducido a priori a partir de principios racionales necesarios.


El aristotelismo moderado de santo Tomas de Aquino


El aristotelismo moderado es la corriente escolástica que intentó conciliar la metafísica aristotélica con los dogmas cristianos, partiendo del supuesto de que las contradicciones que pudieran existir entre ambos no se debían realmente al pensamiento original de Aristóteles, sino a la interpretación que Averroes y los averroístas hicieron de él. El primer defensor de esta postura fue S. Alberto Magno (1206-1280), un dominico que consideraba que la filosofía era independiente de la teología, en tanto que la primera se basaba tan sólo en la razón y los primeros principios, sin utilizar en ningún caso los dogmas transmitidos por la revelación. Y lo que es más importante, S. Alberto distinguía entre dos formas de Teología, la dogmática, que parte de la revelación y conoce a Dios como objeto de fe, y la Teología natural, que trata de Dios como primer Ser y que emplea no la revelación sino los métodos de la filosofía. De este modo, S. Alberto está adjudicando a la filosofía un papel semindependiente en la solución de problemas teológicos, ya que hay un aspecto de la teología que es propiamente filosófico, aunque por supuesto, S. Alberto defiende la prioridad de la fe sobre la razón, pero no se trata ya de una razón que no pueda funcionar sin el auxilio de la fe sino de una razón que tiene en sí misma sus principios de funcionamiento. Sin embargo el principal representante de esta corriente, y el creador del sistema de aristotelismo moderado que se convertiría en modelo de la Teología católica, no fue S. Alberto Magno sino un discípulo suyo, Sto. Tomás de Aquino.


Importancia de la escolástica

La escolástica es una doctrina clave en la formación de la academia moderna y del pensamiento filosófico contemporáneo, sobre todo a partir de sus métodos de rigor en la lectura, exposición y contraposición de textos.

La posibilidad de separar la filosofía (razón) y la teología (fe) es un preludio al pensamiento renacentista y al moderno, que llevó a separar la administración del Estado y la jerarquía eclesiástica, vale decir, a escindir Estado e Iglesia como dos organismos diferenciados.

Webgrafía

Filosofía materiales y recursos (2019) Patrística y escolástica. Recuperado de: https://filosofiamaterialesyrecursos.es/Recursos/05_Historia/02_Patristica_y_Escolastica.pdf


Juango. Es (2017) la escolástica. Recuperado de:

 https://juango.es/files/tema5escolastica.pdf


Tomás de Aquino.org (2022) Santo Tomás de Aquino. Recuperado de: https://tomasdeaquino.org/sobre-el-alma/

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